lunes, 2 de enero de 2023

WITTGENSTEIN: Resumen de los parágrafos 6. 41 - 7 del "TRACTATUS LOGICO-PHILOSOPHICUS"

El autor toma como punto de partida que todas las proposiciones del lenguaje tienen igual valor, porque todas pueden representar hechos, existan estos o no. El sentido del mundo, o su valor, no forma parte del mundo (de los hechos). Si lo fuera, sería un hecho más, y no se podría determinar por qué éste daría sentido al resto, por lo que es obvio que el sentido y el valor deben quedar fuera del mundo.

Respecto a las proposiciones de la ética, Wittgenstein afirma que son proposiciones de valor: pretenden explicar el sentido del mundo, pero no están para expresar "lo más alto", sino los hechos. Por ello la ética y la estética son transcendentales (en el sentido kantiano, están en los límites del mundo, como condición del mundo sin llegar a constituir una realidad dentro o fuera de él).

La ética se pone de manifiesto en el "deber ser", siendo irrelevantes las consecuencias de una acción. Por otra parte, como sujeto de la ética, la voluntad queda fuera del mundo, no es un hecho, y, por tanto, no puede cambiar los hechos, pero sí el sentido del mundo o todo cuanto esté en los límites del mundo. Subjetivamente, según sea uno feliz o no, el mundo es distinto.

Respecto a la muerte y a la inmortalidad, Wittgenstein afirma que el mundo cesa con la muerte, y no hay experiencia de ella. La eternidad es la intemporalidad, y la inmortalidad es un enigma. La solución al enigma está fuera del mundo.

En cuanto a Dios, al igual que la ética o el valor, éste no se revela en el mundo. De estas realidades no se puede hablar, pertenecen a lo místico.

Místico es sentir el mundo como un todo limitado, es plantearse que el mundo sea, no cómo sea el mundo.

Si puede formularse una pregunta, puede haber una respuesta, pero para estos temas la pregunta no puede ser expresada. No hay enigma, éste "se disuelve" como un azucarillo en el té.

Wittgenstein también aborda el problema del escepticismo, del que afirma que carece de sentido porque solo se puede dudar allí donde se puede decir algo de alguna realidad. Si hay pregunta tiene que haber respuesta, y la respuesta es lo que la ciencia puede decir. Sólo ella puede plantearse problemas y resolverlos.

Por otra parte, si todas las cuestiones científicas pudieran ser resueltas, el problema de la vida seguiría igual, pues ésta no es un problema. El sentido de la vida no se dice, se muestra.

Por último, Wittgenstein muestra el método de la filosofía, que sería propiamente decir solo aquello que se puede decir: las proposiciones de la ciencia natural. Las proposiciones de la filosofía, como son las del "Tractatus", carecen de sentido, y deben ser superadas del modo en que se abandona la escalera después de haber subido por ella: guardando silencio.

(Resumen elaborado por Ana Martín)

No hay comentarios:

Publicar un comentario