miércoles, 3 de noviembre de 2021

EL PROBLEMA DE DIOS EN SAN AGUSTÍN

El tema que más ocupa a San Agustín es el tema de Dios.

Para Agustín de Hipona la auténtica prueba de la existencia de Dios parte de las ideas. Dado que descubrimos en nuestra alma verdades inmutables a pesar de nuestra mutabilidad, éstas deben provenir de un Ser que sea inmutable y este Ser es Dios.

Así pues, la búsqueda de la verdad en el interior de nuestra alma, nos conduce a Dios pero eso no significa que podamos conocer su naturaleza. Ésta es infinita y nuestra alma, finita. Solo podemos acercarnos a su conocimiento negando las cualidades humanas que son limitadas. Por ejemplo, si sabemos que los seres creados son mutables, deberemos concluir que Dios es inmutable: “Solo aquel que no cambia ni puede cambiar es verdaderamente el Ser”.

Dios ha creado todos los seres mutables y lo ha hecho de la nada. Así pues Dios es absolutamente trascendente, es decir, no forma parte del mundo creado. No obstante las esencias de todas las cosas se encontraban en la mente de Dios como ejemplares o modelos de las cosas. Este es el llamado “ejemplarismo divino”, que se complementa con la teoría de las “razones germinales”: En el momento de la creación Dios depositó en la materia una especie de semillas, las razones seminales, que dadas las circunstancias necesarias germinarían dando lugar a la aparición de nuevos seres que se irían desarrollando con posterioridad.

En el acto de la creación Dios crea, pues, unos seres en acto y otros en potencia, como razones seminales, por lo que todos los seres naturales habrían sido creados desde el principio del mundo, aunque no todos existirían en acto desde el principio.

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