miércoles, 3 de noviembre de 2021

SANTO TOMÁS: 3er MODELO DE RESPUESTA A LA CUESTIÓN 1 DEL EXAMEN DE SELECTIVIDAD

“Hay dos clases de demostraciones. Una, llamada “propter quid” o “por lo que”, que se basa en la causa y discurre partiendo de lo que en absoluto es anterior hacia lo que es posterior. La otra, llamada demostración “quia”, parte del efecto, y se apoya en lo que es anterior únicamente con respecto a nosotros, que, cuando vemos un efecto con más claridad que su causa, por el efecto venimos en conocimiento de la causa. Así pues, partiendo de cualquier efecto puede ser demostrada su causa (siempre que los efectos de la causa se nos presenten como más evidentes): porque, como quiera que los efectos dependen de la causa, dado el efecto, necesariamente antes se ha dado la causa. De donde se deduce que la existencia de Dios, aun cuando en sí misma no se nos presenta como evidente, en cambio sí es demostrable por los efectos con que nos encontramos".

(Tomás de Aquino: "Summa Teológica", 1ª Parte, cuestión 2, artículo 2)

1).- Exponer las ideas fundamentales del texto y las relaciones existentes entre ellas.

RESPUESTA:

El texto propuesto nos presenta la distinción entre dos modos de demostración, el que procede del análisis de una causa ("propter quid" o "a priori"), y el que demuestra la causa a partir de su efecto -"siempre que los efectos de la causa se nos presenten como más evidentes" (líneas 6 - 7)- en aplicación del principio de causalidad, que podemos formular así: "Todo cuanto es, es en virtud de una causa".

Una causa, anterior en el tiempo a su efecto, puede no ser patente al entendimiento humano. Esto es justamente lo que sucede en el caso de Dios, por lo que su demostración habrá de proceder mediante el segundo modelo propuesto, la demostración "quia" o "a posteriori": "... la existencia de Dios es demostrable por los efectos con que nos encontramos" (líneas 9 - 10).

Este proceder es acorde con la metodología que Aristóteles propone en el primer libro de la "Física", cuando señala "la marcha natural es ir de las cosas que son más conocidas y evidentes para nosotros a aquellas cosas que son más cognoscibles y evidentes en sí". Es decir, se ha de empezar por lo que aparece como evidente para encontrar luego su fundamento (el principio que lo explica). Lo evidente aquí son las realidades constatadas en el mundo sensible, que deben ser explicadas remitiéndolas a aquello que las produce.

Santo Tomás tiene en mente la cita Romanos I, 20 ("Lo invisible de Dios se alcanza por aquello que ha sido hecho") cuando sostiene que la existencia de Dios, si bien no es evidente, puede ser demostrada a través de las criaturas.

Dado que Dios no tiene causa (la 2ª Vía le caracterizará como "Causa eficiente primera" o "Causa incausada"), será asequible a nuestro entendimiento a través de sus efectos: "... porque, como quiera que los efectos dependen de la causa, dado el efecto, necesariamente antes se ha dado la causa" (líneas 7 - 8).

No hay comentarios:

Publicar un comentario