miércoles, 3 de noviembre de 2021

EL PROBLEMA DE DIOS EN TOMÁS DE AQUINO

Dios es el creador, la Causa Primera, puesto que todo lo que existe ha sido creado por él y es él el que mantiene su existencia. Es un ser necesario, eterno e inmutable, que lo conoce y lo puede todo. Representa la perfección absoluta y es autosuficiente: no depende, en ningún caso de la Creación, sino que toda la Creación es la imagen de Dios. En la Creación aparecen movimientos o cambios, que proporcionan a los entes la capacidad de perfeccionarse, adquiriendo o perdiendo propiedades. Estos cambios pueden ser sustanciales (afectan a las características esenciales) o accidentales (no afectan a las características esenciales).

Sto. Tomás afirma que es posible la demostración de la existencia de Dios a través de la experiencia sensible, a posteriori. Para ello, se pueden escoger dos caminos: uno negativo, que trata de la exclusión de aquello que no se le puede atribuir (Teología negativa); o uno afirmativo, que consiste en atribuir a Dios las características positivas del hombre.

Para llegar a conocer la existencia de Dios tenemos que recurrir a unas pruebas racionales llamadas Vías, que son argumentos cosmológicos puesto que parten del mundo sensible y van hacia Dios. Son demostraciones a posteriori.

Todas las vías tienen un esquema argumentativo similar:

- El punto de partida es un dato real de experiencia sensible del mundo físico, el efecto.

- En un segundo momento, se aplica el principio de Causalidad (todo efecto tiene una causa y esta debe tener tanta realidad o más que el efecto para producirlo).

- En el tercer momento se niega la posibilidad de que estas causas lleguen al infinito.

- Por último, se concluye en la necesidad de la existencia de un ser supremo.

Las cinco vías son:

1. Vía del movimiento. Parte de la observación de la existencia de movimiento y termina afirmando la existencia de Dios como Motor Inmóvil.

2. Vía de la causalidad. Parte de la existencia de causas en el mundo y concluye en la existencia de una Causa Incausada.

3. Vía de la contingencia. Parte de la contingencia del mundo para llegar a la existencia de un ser Necesario.

4. Vía de los grados de perfección. Parte de la existencia de diferentes grados de perfección en las cosas de este mundo y termina proponiendo la existencia de un ser perfectísimo como causa última.

5. Vía teleológica o finalista. Desde el orden del mundo (todos los seres, incluso los irracionales, actúan por un fin) hasta la inteligencia suprema ordenadora.

Según Sto. Tomás, conocemos las características divinas mediante la analogía: el hombre es análogo a Dios, semejante, pero en distinta proporción.

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