"Pues si existe alguna relación entre los objetos que nos importe conocer a la perfección es, indudablemente, la de causa y efecto. Sobre ella se fundamentan todos nuestros razonamientos relativos a las cuestiones de hecho o de existencia. Sólo por ella tenemos alguna seguridad relativa a los objetos que no se encuentran en el testimonio presente de nuestra memoria y sentidos. La única utilidad inmediata de todas las ciencias es la de enseñarnos a controlar y regular los eventos futuros mediante sus causas. Por lo tanto, a cada momento, nuestros pensamientos e investigaciones se emplean en esta relación. Y sin embargo, las ideas que sobre esto formamos son tan imperfectas que es imposible dar ninguna definición justa de la causa, salvo la que se extrae de algo extraño y ajeno a ella".
(David HUME: "Investigación sobre el entendimiento humano", sección 7, 2ª parte)
1).- Exponer las ideas fundamentales del texto y las relaciones existentes entre ellas.
RESPUESTA:
Como idea principal del presente texto hallamos la afirmación de Hume de que la noción de causa es injustificable en términos cognoscitivos: "... es imposible dar ninguna definición justa de la causa ..." (líneas 8 - 9). La razón es que dicha noción "se extrae de algo extraño y ajeno a ella" (línea 9).
El argumento parte de la afirmación de la centralidad del principio de causalidad en nuestro modo habitual (y acrítico) de representarnos el mundo: "... si existe alguna relación entre los objetos que nos importe conocer a la perfección es, indudablemente, la de causa y efecto" (líneas 1 - 2).
Sin suponer una conexión necesaria entre fenómenos que se suceden uno a otro no es posible ni tan siquiera explicar un fenómeno cualquiera en términos científicos, dado que "ciencia" es, de acuerdo con la definición clásica que propone Aristóteles, "conocimiento cierto por las causas". Cuando Hume subraya que "solo por ella (por la noción de causa) tenemos alguna seguridad relativa a los objetos que no se encuentran en el testimonio presente de nuestra memoria y sentidos" (líneas 3 - 5), está apuntando a una razón para este supuesto que lo remite al ámbito de la psicología, dado que al final es el hábito lo que nos predispone a esperar que cada sucesión de fenómenos de la que hemos tenido experiencia se siga produciendo en el futuro. Con ello, nos situamos en el ámbito de la creencia, dando por necesario lo que de suyo no es sino una posibilidad.
La noción de "causa" lleva a nuestro entendimiento a la creación de una expectativa: "La única utilidad inmediata de todas las ciencias es la de enseñarnos a controlar y regular los eventos futuros mediante sus causas" (líneas 5 - 6). Pero como del futuro, de lo no sucedido, no hay impresión alguna, la pretensión de la ciencia de poder predecir acontecimientos no está garantizada por fundamento alguno. Es por ello que el autor concluye en la imposibilidad de justificar una noción de causa que es un constructo metafísico sin fundamento empírico alguno.
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