domingo, 13 de noviembre de 2022

HUME: 3er MODELO DE RESPUESTA A LA CUESTIÓN 1 DEL EXAMEN DE SELECTIVIDAD

"Cuando se nos presenta cualquier evento u objeto natural, nos es imposible, a pesar de nuestra sagacidad o capacidad de penetración, descubrir, o siquiera conjeturar, sin la experiencia, qué evento resultará de ello, y también llevar nuestra previsión más allá del objeto que se presenta de manera inmediata a la memoria y los sentidos. Incluso después de un caso o experimento donde hemos observado que determinado evento sigue a otro, no podemos formular una regla general, ni predecir lo que ocurrirá en casos similares; siendo justo considerar una temeridad imperdonable juzgar el conjunto del devenir de la naturaleza a partir de un solo experimento, por preciso o infalible que éste sea. Pero cuando una especie determinada de evento ha estado siempre, en todos los casos, unida a otra, dejamos de tener escrúpulos a la hora de predecir uno por la aparición del otro, y de utilizar ese razonamiento, el único que puede confirmarnos cualquier estado de los hechos o de la existencia. Entonces llamamos a un objeto causa y al otro, efecto. Suponemos que existe alguna conexión entre ellos, algún poder en la una para producir de manera infalible el otro, y que opera con la mayor de las certezas y la más poderosa de las necesidades.”

(David HUME: "Investigación sobre el entendimiento humano", sección 7, 2ª parte)

1).- Exponer las ideas fundamentales del texto y las relaciones existentes entre ellas.

RESPUESTA:

Hume aborda en el párrafo que antecede la génesis del concepto "causa", noción con que la mente categoriza la supuesta conexión interna y necesaria que supone en aquellos fenómenos que, de forma repetida, se anteceden el uno al otro: "... cuando una especie determinada de evento ha estado siempre ... unida a otra ... suponemos que existe alguna conexión entre ellos ... que opera con la mayor de las certezas" (líneas 9 - 10, 13 - 14).

Dado el sólido escepticismo que caracteriza el empirismo de Hume, encontramos en su argumentación una marcada renuencia a extraer conclusiones precipitadas respecto a lo que el entendimiento nos sugiere: ni el fenómeno novedoso ni la observación singular pueden fundar la expectativa de un suceso a partir de otro, algo que el autor califica de "temeridad imperdonable" (línea 7): "Cuando se nos presenta cualquier evento u objeto natural, nos es imposible ... descubrir, o siquiera conjeturar ... que ... resultará de ello" (líneas 1 - 3).

De hecho, la experiencia concreta más clara y obvia sigue siendo un caso particular del que es ilegítimo inducir un principio general. A partir de ella "no podemos formular una regla general, ni predecir lo que ocurrirá en casos similares" (línea 6).

Sólo la fuerza de la costumbre parece vencer el escrúpulo del entendimiento a la hora de dar por veraz una conexión -inobservable- entre fenómenos que, en una serie -inevitablemente limitada- de casos, se nos han presentado asociados.

Abandonada la prevención inicial, el entendimiento incluso da por cierta la posibilidad de que dos fenómenos se nos seguirán presentando asociados en el futuro, eventualidad en la cual proyectamos "la mayor de las certezas y la más poderosa de las necesidades" (líneas 14 - 15).

El exigente enfoque crítico de Hume viene a denunciar la falsa certeza del entendimiento al pretender confirmar una conexión interna (inobservable, y, por tanto, un supuesto metafísico tan defendible como su contrario) entre sucesos que violenta las exiguas condiciones de certeza que nos permite la experiencia -siempre particular y contingente-, presentándonos como DESCUBRIMIENTO, como legítima "lectura" de los hechos, acorde con su rotundidad, lo que no es sino INVENTO, sugestión del hábito, sostenido por la precipitación, la pereza mental, o una extraña forma de superstición que busca verse confirmada en una experiencia con la que no hemos sido suficientemente críticos.

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