sábado, 10 de diciembre de 2022

KANT: 2º MODELO DE RESPUESTA A LA CUESTIÓN 1 DEL EXAMEN DE SELECTIVIDAD

En la parte analítica de la crítica se demuestra: que el espacio y el tiempo son meras formas de la intuición sensible, es decir, simples condiciones de la existencia de las cosas en cuanto fenómenos; que tampoco poseemos conceptos del entendimiento ni, por tanto, elementos para conocer las cosas sino en la medida en que puede darse la intuición correspondiente a tales conceptos; que, en consecuencia, no podemos conocer un objeto como cosa en sí misma, sino en cuanto objeto de la intuición empírica, es decir, en cuanto fenómeno. De ello se deduce que todo posible conocimiento especulativo de la razón se halla limitado a los simples objetos de la experiencia.

(Enmanuel KANT: Prólogo a la 2ª edición de la "Crítica de la razón pura")

1).- Exponer las ideas fundamentales del texto y las relaciones existentes entre ellas.

RESPUESTA:

El párrafo propuesto expone la respuesta kantiana al llamado “problema crítico”, esto es, el alcance y límite de nuestro conocimiento, que Kant sitúa en el mundo de los fenómenos: “… todo posible conocimiento especulativo de la razón se halla limitado a los simples objetos de la experiencia” (líneas 7 –8). La razón es que sólo a los fenómenos puedo aplicar las categorías del entendimiento, lo cual limita el ámbito de lo cognoscible a lo empírico, dejando fuera el mundo de lo que se sitúa fuera de la experiencia posible, el mundo de lo metafísico, cuya posibilidad es el problema que se plantea la “Crítica de la razón pura”.

Kant comienza este párrafo, enormemente sintético, “haciendo balance” de las aportaciones cognoscitivas de su obra fundamental, cuya parte inicial (“Estética trascendental”) establece la idealidad del espacio y del tiempo, “formas puras a priori de la sensibilidad” en la medida en que toda intuición se nos da siempre en un lugar determinado y en un momento dado: “…el espacio y el tiempo son meras formas de la intuición sensible, es decir, simples condiciones de la existencia de las cosas en cuanto fenómenos” (líneas 1 – 3). Espacio y tiempo no son caracteres o propiedades reales de las cosas, sino condiciones trascendentales de la mente, leyes del sujeto que expresan su constitución intelectual innata, y que sólo se revelan en el acto de percibir un objeto, funcionando como el doble eje de abcisas y ordenadas que codifican y ordenan el caos de las impresiones sensibles.

A continuación establece el carácter formal de las categorías del entendimiento, a las que dan contenido los datos provenientes de la facultad de la sensibilidad: “…tampoco poseemos conceptos del entendimiento ni, por tanto, elementos para conocer las cosas sino en la medida en que puede darse la intuición correspondiente a tales conceptos” (líneas 3 – 5), es decir, no podemos construir conceptos -representaciones de la realidad empírica que hacen posible el conocimiento intelectual- si no disponemos del “molde” en que reunir y unificar los fenómenos. Las intuiciones necesitan de conceptos para poder dar lugar a conocimientos, pues sin ellos se pierden, se reducen a nada. Sólo la síntesis entre los datos de la experiencia y las formas puras a priori del entendimiento da lugar al conocimiento mediante conceptos.

De lo dicho hasta aquí se desprende cuál va a ser la solución kantiana al problema crítico, puesto que si la cuestión era saber si es posible la metafísica, y si la intuición es la única operación que nos pone en conocimiento de los objetos, y si la única intuición que posee el hombre es la sensible, la metafísica ya no puede constituírse en conocimiento científico riguroso, sino, si acaso, solo en “pensamiento”: “…no podemos conocer un objeto como cosa en sí misma, sino en cuanto objeto de la intuición empírica, es decir, en cuanto fenómeno” (líneas 5 – 7). La cosa en sí, el objeto dado a una fantasmagórica e infundada intuición extra-sensible, ya no puede ser considerada como objeto de conocimiento, al carecer de contenido empírico. Esta limitación constituye el umbral de lo cognoscible: el espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento son las condiciones de posibilidad de la experiencia, de los fenómenos. Todo lo que cae fuera de la experiencia es inaccesible al conocimiento, que solo puede operar dentro de los límites fenoménicos, los límites espacio-temporales en que opera nuestra razón.

2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias por publicarlos resueltos! Están muy completos y sirven de gran ayuda :)

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  2. Es un placer que el trabajo que me supone este blog resulte útil.
    Gracias a tí por comentar.

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