viernes, 30 de diciembre de 2022

ORTEGA Y GASSET: REPASO FINAL



Señores alumnos, hoy empiezan las más extrañas vacaciones de Semana Santa que tendremos en nuestras vidas. Así que me despido por unos días compartiendo una reflexión que tal vez le sirva a alguien tanto como me sirve a mí expresarla:

Creo que hemos llegado a un tiempo en el que ya no podemos darnos caprichos ni entregarnos a distracciones, … llevábamos demasiado tiempo quejándonos de lo que nos faltaba, de las imperfecciones de las personas que nos rodean, de malgastar nuestras posibilidades evadiéndonos del aquí y el ahora entregándonos al delirio del deseo, que nos empobrece.

Y es que este virus fantasmal, que ni siquiera percibimos, nos revela que estábamos secreta y profundamente enfermos. Pedíamos lo que no tenemos en vez de agradecer lo que tenemos. Y ahora que nos ha sitiado hasta arrinconarnos en nuestras casas, renegamos de un presente que nos parece un error del que alguien o algo -una vacuna, el gobierno, Dios- debería liberarnos para devolvernos a la no-vida que nuestra mente había fijado como referente. El ahora se nos presenta bajo la apariencia de fracaso e incertidumbre. Clamamos por volver a un pasado … al que sencillamente no podemos volver. No es ni lo que la humanidad necesita ni lo que nosotros necesitamos. No éramos lo que debíamos ser, y ahora las circunstancias nos obligan a ello, pero sin mirar atrás. Discutir, pelear, juzgar, criticar, … ¿queremos volver a esto?

Ha llegado el momento de crecer, de crecer de verdad y en profundidad desde las raíces que habíamos ignorado. Estamos llegando a lo profundo de nosotros mismos y vemos que nadie nos había preparado para mirarnos tan desnudos, tan desasistidos, … Aceptar quienes somos sin críticas ni juicios en un mundo que se creó para que pudiéramos vivir este viaje es un ejercicio de sabiduría que nos salva de la desesperación.

Podemos vivir sin aquello que parecía prioritario, porque no hemos dejado de vivir. Nuestros ojos no han dejado de mirar, nuestro corazón no ha dejado de latir, nuestras manos no han perdido su capacidad de acariciar, ¡qué máquina tan perfecta es este cuerpo! No hay queja posible en la plenitud de lo que somos.

Mirad: el pasado nos ha conducido aquí, no podemos volver a él, y sin embargo no es nunca un error. Ha puesto las raíces y ahora crecemos. Solo cabe darle las gracias, y despedirle. No es al pasado al que rechazo con las palabras precedentes, sino a la queja. Ha llegado el momento de responsabilizarnos de nosotros mismos. Y si renegamos de un pasado que ha cimentado nuestro presente es que se nos olvida algo fundamental que un texto que alguien subía anteayer a Facebook ha venido a recordar:

Se te olvida que de los 500 óvulos que una mujer libera y de los 500 mil millones de espermatozoides que produce un hombre esos dos que eres tú se encontraron en el momento exacto.

Se te olvida que tuvo que suceder lo mismo a tus cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos … y sigue multiplicando.

Se te olvida que hicieron falta millones de "casualidades" en el preciso instante para que hoy puedas estar sobre esta tierra.

Se te olvida que la posibilidad de que fueses quien eres era ínfima, diminuta, pero aquí estás, haciendo posible lo imposible

Se te olvida que la nariz que tanto odias, sobre el rostro de tu abuela enamoró a tu abuelo, que la tendencia a engordar con la que tanto has luchado permitió a tu bisabuela sobrevivir a una hambruna, y esos vellos que con tanto dolor depilaste protegieron la piel curtida de tu tatarabuelo.

Se te olvida que todas las cosas terribles que podían haberte pasado no pasaron. Y aquí sigues respirando.

¿Y aún esperas que te toque la lotería?

¿Todavía crees que el éxito tiene que ver con algo que no sea estar vivo?

¿O sientes que tu cara o tu cuerpo no son cómo deberían?

Se te olvida … y varias industrias se aprovechan de ello

Pero cuando quieras puedes recordar, puedes celebrar, puedes amar el precioso, único y sabio ser humano que eres, el auténtico milagro que es la vida en tí.


Nada ni nadie nos ha quitado aún la posibilidad de volvernos sabios. Mis palabras (y las que he traído a esta entrada desde el maremagnum de la red) son solo trazos sobre un fondo, forma, significante, excusa para invitaros a percibir lo que yo también intento atisbar: hay varios caminos ante nosotros: la queja, la esperanza, la sanación, .... Miremos a dónde conduce cada uno. Solo con eso ya sabremos escoger.

Y escribo esto para todos, pero hay nombres concretos en mi mente. Espero que estas palabras, como decían Celtas Cortos, "desordenen alguna conciencia" ... para poder recolocarlo todo con mayor armonía. Y si alguien se sabe destinatario de estas palabras, seguiré mirando a diario j.m.delatorre@padrepiquer.net por si quiere comentarme algo. O mandarme al guano, que todo puede ser.

Gracias por prestar atención a estas líneas, que no nacen de ninguna pretendida superioridad, sino de la claridad con que ví en su momento en que, si vivimos con plena consciencia esta experiencia, nos vamos a volver locos o nos vamos a volver sabios. Si es que hay alguna diferencia entre ambas realidades.

Aún sin salir de casa la vida, el Universo, pasan ante nosotros y nos desafían. Estamos todos haciendo camino. Y, de corazón, es un placer hacerlo con vosotros.

Hasta pronto, mis queridos sabios-locos.









No hay comentarios:

Publicar un comentario