viernes, 30 de diciembre de 2022

ORTEGA: 2º MODELO DE RESPUESTA A LA CUESTIÓN 1 DEL EXAMEN DE SELECTIVIDAD

Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La distinta situación hace que el paisaje se organice ante ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer término y acusa con vigor todos sus detalles, para el otro se halla en el último, y queda oscuro y borroso. Además, como las cosas puestas unas detrás se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos percibirá porciones del paisaje que al otro no llegan. ¿Tendría sentido que cada cual declarase falso el paisaje ajeno?. Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro. Pero tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondría que hay un tercer paisaje auténtico, el cual no se halla sometido a las mismas condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo.

(Ortega y Gasset: "El tema de nuestro tiempo")

Encontramos en el presente texto la idea de que la realidad no puede ser considerada sino desde el punto de vista de cada cual, siendo la perspectiva un constituyente intrínseco de la realidad: "La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva" (líneas 11 - 12).

Esta doctrina funda una gnoseología (el perspectivismo) en la que existen tantas realidades como puntos de vista, sin que se pueda privilegiar ninguno sobre otro, idea que se presenta con la comparación inicial acerca de las percepciones distintas -pero, no obstante, complementarias- que de un paisaje tendrían dos observadores situados en distinto lugar: "¿Tendría sentido que cada cual declarase falso el paisaje ajeno?. Evidentemente, no" (líneas 6 - 7).

A partir de esta comparación Ortega presenta la idea de una verdad parcial, pero no por ello inconsistente: "... tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen ilusorios" (líneas 7 - 8).

La razón es que debemos suponer un escenario real, objetivo, que es aquello que se representa cada cual según sus particularidades: el perspectivismo de Ortega no es mero subjetivismo. La verdad de cada uno debe complementarse con la de los demás. No existe la verdad absoluta ("ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir", líneas 10 - 11).

No hay realidad sin un "Yo" que la define, que la organiza (línea 13). La realidad no es un dato ("las cosas sin el yo"), sino un espacio de encuentro entre el "yo" y las "cosas". Por ello no es tanto determinada como construída.

En definitiva, accedemos a la realidad según nuestro propio y particular lugar en el mundo, según nuestra particular perspectiva.

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