Este animal desarraigado
que es, en última instancia, el hombre,
es vida, y no alma,
-pese a su contraria querencia-,
antropoide erguido, y no ángel caído,
precario constructor de universos
que un intempestivo ademán borra,
embrión eternamente insatisfecho
que quisiera ser superhombre.
(JM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario