viernes, 1 de octubre de 2021

EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN PLATÓN



Tal como se afirma en su diálogo “Fedón”, Platón considera que aprender consiste en recordar, en reminiscencia. El alma, que preexiste al cuerpo, habitó en el mundo inteligible (cosmos noetós) y allí conoció las ideas (la verdadera realidad). Las ideas son el modelo inmaterial, eterno e inmutable, de las entidades materiales, meras apariencias, sombras o copias de aquellas. El alma, en el momento de su unión con el cuerpo, olvida lo que sabía, y, durante su vida terrena, al entrar en contacto con las cosas sensibles, puede ir recordando las entidades contempladas anteriormente.

Puesto que la calidad del conocimiento depende de la calidad de los objetos conocidos, existirán tantas clases de conocimiento como modalidades de realidad existan, esto es, de los objetos materiales tendremos un conocimiento inauténtico o aparente (doxa); en cambio, cuando el alma logra liberarse de las realidades sensibles y elevarse al mundo de las ideas, entonces tiene lugar el verdadero conocimiento, la ciencia auténtica (episteme). En cada uno de estos niveles, a su vez, se distinguen otros dos tipos de conocimiento: A) nivel de la simple opinión: 1) la conjetura o imaginación y 2) la opinión plausible; B) A nivel de la ciencia, 1) el pensamiento discursivo o actividad racional y 2) el conocimiento superior o ciencia suprema, que capta mediante intuición directa “las ideas tomadas en sí mismas”.

Las ideas son la realidad inteligible que subyace a las apariencias que nos presentan los sentidos. Mientras que éstos nos presentan entidades sometidas a la generación y a la corrupción, aquellas existen eternamente en un mundo trascendente. Las cosas se relacionan con las ideas por participación o imitación, las ideas son causa, paradigma o modelo de la realidad. Se jerarquizan de acuerdo con una estructura ordenada, en la cual la idea suprema es el Bien, comparada en el mito de la caverna al Sol. A ella se subordinan las ideas morales (justicia, virtud) y las estéticas (belleza). Como mediación entre estas ideas superiores, que representan abstracciones, y las ideas que representan los conceptos (hombre, casa, ...) que nos permiten entender lo existente en el mundo material están las nociones matemáticas, a las que Platón concede singular importancia puesto que consideraba la geometría como un conocimiento preparatorio necesario para acceder a la verdad.

En la doctrina platónica el ascenso cognoscitivo tiene lugar por medio de la dialéctica, práctica sistemática y rigurosa tanto en el sentido socrático (discusión argumentativa) como en el de ser diálogo del alma consigo misma. El motor de la dialéctica es el “Eros” (amor).

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