domingo, 3 de octubre de 2021

PLATÓN: 4º EJEMPLO DE COMENTARIO DE TEXTO

 -Si lo hemos tenido antes de nuestro nacimiento, nosotros sabemos antes de nacer; y después hemos conocido no sólo lo que es igual, lo que es más grande, lo que es más pequeño, sino también todas las cosas de esta naturaleza; porque lo que decimos aquí de la igualdad, lo mismo puede decirse de la belleza, de la bondad, de la justicia, de la santidad; en una palabra, de todas las demás cosas, cuya existencia admitimos en nuestras conversaciones y en nuestras preguntas y respuestas. De suerte que es de necesidad absoluta que hayamos tenido conocimientos antes de nacer.

(Platón: "Fedón")


El párrafo propuesto recoge una de las justificaciones de la inmortalidad del alma que presenta el diálogo "Fedón", la que cifra el conocimiento innato presente en el alma como recuerdo de una existencia anterior: "Es de necesidad absoluta que hayamos tenido conocimiento antes de nacer" (líneas 6 - 7).

La argumentación que conduce a dicha conclusión parte de considerar que ciertos términos comparativos entre las cosas -"lo que es igual, lo que es más grande, lo que es más pequeño"- se hallan presentes en nosotros sin que quepa deducirlos de aquéllas; siendo, más bien, un conocimiento "a priori", disponible para su aplicación a la realidad como una "plantilla" ideal que la ordena conceptualmente.

Si no hemos derivado estas nociones de los objetos, sino que son previas a nuestro contacto con ellos, "nosotros sabemos antes de nacer" (línea 1). Ahora bien, ¿de qué "nosotros" podemos hablar antes del nacimiento? En la doctrina de Platón, de una esencia espiritual e inmortal, alma o "psique", que preexiste al cuerpo, gozando de una existencia dichosa que su encarnación viene a frustrar. El cuerpo es, por ello, la "cárcel del alma", de la que ésta quiere alejarse para recuperar su primigenia condición. Aprender, en este contexto doctrinal, es recordar, recuperar mediante un proceso de reminiscencia o "anámnesis" el saber del que el alma disponía en su origen, algo posible merced a la dialéctica.

El presente fragmento extiende la perspectiva inicial sobre los conceptos comparativos, de los que se habla en las tres primeras líneas, a las nociones éticas y estéticas que coronan la jerarquía de las ideas: "... lo que decimos aquí de la igualdad, lo mismo puede decirse de la belleza, de la bondad, de la justicia, de la santidad ..." (líneas 3 - 5). Si todas estas ideas son innatas, solo cabe concluír que nuestra alma las adquirió en una existencia previa a la actual, lo que demuestra su inmortalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario